Las bobinas revestidas de color, formalmente conocidas como bobinas de chapa de acero revestidas de color, utilizan láminas de acero laminadas en frío, láminas de acero galvanizadas (galvanizadas en caliente, electrogalvanizadas, etc.) o láminas de acero recubiertas de aluminio-zinc, zinc-aluminio-magnesio u otras láminas de acero recubiertas de metal como sustrato. La superficie se somete a un pretratamiento (desengrasado, fosfatado/pasivado) para eliminar residuos de aceite y capas de óxido. Posteriormente, se aplican uniformemente una o varias capas de recubrimientos orgánicos (imprimación, capa superior, algunos con capa posterior) mediante un proceso continuo de recubrimiento con rodillo. Finalmente, el material se cura mediante horneado a alta temperatura para producir una bobina de metal compuesto. Combinando la resistencia del sustrato metálico con la resistencia a la intemperie y las propiedades decorativas del revestimiento orgánico, es un material de "alto rendimiento y alta estética" comúnmente utilizado en aplicaciones industriales y arquitectónicas.